La educación como base para superar el sexismo.

Tras la celebración del Día Internacional de las Mujeres, las preguntas sobre como cambiar, avanzar hacía un país más igualitario son numerosas. La política, los organismos contribuyen a erradicar la desigualdad de género, pero la educación es una de las herramientas más importantes para superar las diferencias entre hombres y mujeres. El Boletín ECOS presenta diferentes claves para avanzar hacia un mundo más igualitario desde la coeducación. Muestra análisis, entrevistas a peronas expertas y ofrece una recopilación de recursos sobre género y educación.arton12208

Las imágenes sociales de la familia van avanzando. La mujer divorciada, actualmente no está tan mal vista como antes, en cambio, la imagen del “hombre de la casa” y de la mujer como «ama de casa» siguen estando muy presente hoy en día. Este tipo de estereotipos (el hombre trabaja, gana dinero y llega casa, donde la mujer ha planchado, ha puesto diferentes lavadoras y tiene la comida hecha) siguen perdurando en nuestras retinas. Ese estilo de vida, donde el hombre es el fuerte y la mujer la débil y sumisa sigue siendo inculcado en muchas escuelas españolas. Muchos de los problemas se encuentran en la educación.

En los últimos años, se ha vuelto a abrir el debate sobre el estilo de la educación, en algunas políticas se ha apoyado la separación por sexos en las clases aludiendo a la falta de concentración del alumnado y la mayor facilidad de explicar a un grupo homogéneo, como ha mencionado la presidenta de la Asociación Europea de centros de Educación Diferenciada, Carmen Calvo. Un hecho que lo único que hace es retroceder y agrandar más la diferencia entre hombres y mujeres. La separación no es la solución, la integración sí.

Opiniones de expertas

La misma opinión es compartida por el Boletín ECOS, el apoyo de la coeducación para el avance a la igualdad. Gema Martín Seoane, profesora de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, rechaza la educación diferenciada o mixta para favorecer a la coeducación. En el Boletín, Gema Martín, muestra la diferencia de ambos tipos de educación. La coeducación lo que busca es la superación del sexismo, es la integración de ambos sexos de forma igualitaria en la vida. Enseñar la historia de las diferencias de género, superando la invisibilidad de las mujeres y detectando los estereotipos sexistas. Educar en contra de toda violencia y sobre todo la de género e involucrar en cualquier problema a los niños y niñas, sin diferenciación.

Carmen Rodríguez Martínez, profesora de la Universidad de Málaga, crítica la fuerte mercantilización de la educación y el androcentrismo, es decir, el otorgar una posición central a la visión masculina en la educación. Comparte que nuestro país no esta bien situado en políticas de igualdad, la LOMCE, no hace ninguna referencia al fomento de la igualdad entre hombres y mujeres y tampoco hizo caso a las recomendaciones que se hicieron en la Convención para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, entre ellas, la implantación de programas específicos sobre igualdad de género en el sistema educativo, además de la formación del profesorado para impartir este tipo de materias.

Otra experta que ha aportado su conocimiento al Boletín, es Nieves Salobral Martín, especialista en estudios feministas y género. La investigación feminista se ha encargado de visibilizar el papel de muchas mujeres en la historia de la ciencia, la política, el pensamiento. Pero su reflejo en la sociedad y sobre todo en la educación, sigue siendo mínimo. En su escrito también muestra como la sociedad moderna siguen conservando los mismos estereotipos que hace 50 años. Las nuevas producciones culturales mantienen los mismo roles, chico héroe, chica salvada, es decir, se vuelve a la anulación de las mujeres por sí solas, es el hombre el que las dará un futuro, una estabilidad y la felicidad.

Observando estas informaciones, vemos que las manifestaciones del 8 de marzo no son solo para celebrar el día, sino, que hay muchos motivos por los que luchar y seguir haciendo historia. Una buena educación, integrando sobre todo el valor de la igualdad de género, la no violencia y la empatía hacía el otro sexo, conllevará a una sociedad donde la mujer y el hombre solo se diferencien en temas biológicos.
Actualmente, la sociedad está absorbida por unas ideas fijas donde la niña nace y viste de rosa, juega a las muñecas y a las cocinitas y el niño va de azul, juega a la pelota y a los coches. En cuanto un niño o una niña altera este esquema gran parte de las sociedad transmite rechazo. Seguimos creciendo de forma esquematizada, las chicas de 15 años que no se hacen la cama o la comida, van a ser “malas mujeres” o están mal educadas, en cambio su hermano de 17 años hace menos, pero no hay crítica por parte de la sociedad, es un hombre. Avanzamos de edad, pero no de mente. Hasta que no se cambie el sistema educativo y comiencen a desarrollar otro tipo de modelos sociales, el cambio estará pausado.

Foto: Archivo AmecoPress

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