Semáforo del comportamiento.

Os adjuntamos este artículo que nos ha parecido de interés para la la Resolución de conflictos de forma pacífica en el aula:

El ‘semáforo’ del comportamiento es un recurso ideal para el aula.

Es nuestro panel visual del comportamiento. Se ha colocado un título, además de bolsillos en cada color donde incluir las flechas con sus números de lista.

Recuerdo que a pesar de hablar de él a modo de semáforo por los tres colores, éstos se han colocado en distinto orden dando continuidad desde verde ‘gran comportamiento’ 🙂 , pasando por amarillo ‘¡Ten cuidado! Mejora el comportamiento’ o hasta el rojo ‘¡La liaste parda!’ 😦 .

Está situado junto a las normas del aula, normas de cambios de clase y derechos del alumnado. Es una guía visual del comportamiento, genial para la supervisión que puede hacer el docente o los propios alumnos. No olvidemos que los derechos y deberes han sido establecidos por ellos mismos.

Igualmente, recordamos que si bien podemos tener algún ‘despiste’ y pasar al amarillo, es un toque de atención pudiendo volver al verde conforme se portan mejor.

Ahora bien, ¿Qué ocurre cuando no corrigen su actitud y llegan al rojo? De éste no se puede salir durante el día escolar pues se considera que ha sido un comportamiento que ha perjudicado al resto del grupo y al devenir de la clase.

Sin olvidar que el centro escolar tiene su propio código de disciplina para hechos que pudieran ser graves, para el día a día del aula donde se puede estar más centrado o disruptivo, llevamos a cabo la autogestión.

Por lo general, deben compensar esa actitud contraria al bienestar del grupo. Así, suelen realizar tareas que les recuerde la madurez que ya poseen y el sentido de la responsabilidad respecto a los demás. La semana pasada, a modo de ejemplo, algunos estudiantes ayudaron a los pequeños del primer ciclo en el ajedrez durante los recreos o al orden de petición del baño. Igualmente, pueden ayudar con sus talentos a alumnos que tienen más dificultades en alguna actividad. Por ejemplo si ese alumno es bueno en cálculo, deberá ayudar a otro alumno con dificultades en esa destreza. Incluso, si es un hecho relacionado con algún tema concreto, pueden tener que realizar alguna actividad creativa al respecto tales como escribir un cuento, cómic, dibujo…

Eso sí, cuando se pasa al rojo, SIEMPRE  tengo un momento de charla y reflexión privada con el niño o la niña (nunca en público) para entender los motivos y propuestas de mejora. Importante siempre escucharles, que no lo entiendan como injusto (incluso corroborar con testigos del suceso si es necesario) y llegar a un acuerdo en las tareas de compensación.

Fuente:https://maestroenelaula.

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